Es crucial tener precaución al darle teléfonos celulares a los niños debido a los posibles efectos negativos en su desarrollo y bienestar. El uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo cerebral, causar problemas de sueño, retrasar el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales, además de aumentar el riesgo de obesidad y problemas de conducta. También existen riesgos de acoso, ciberacoso y acceso a contenido inapropiado.
Según la OMS, se recomienda no más de una a dos horas diarias de tiempo de pantalla para niños en edad escolar. Además, considera establecer pausas regulares para evitar la fatiga visual y promover la actividad física.
Los cánceres de encéfalo y del sistema nervioso central son de mayor preocupación porque los teléfonos se sostienen cerca de la cabeza. También se ha descubierto que la radiación ionizante (una forma de radiación de mayor energía que la emitida por los teléfonos celulares) causa algunos cánceres de encéfalo.
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